ENTREVISTA

  • 30 Agosto, 2019
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ENTREVISTA A PAULO FALCON

Nombre completo: Paulo Andrés Falcón
Título/s: abogado, magister en gestión de la educación superior, especialista en docencia universitaria y especialista en cs política
Egresado de: UNT y UTN
Cargo actual: Director Nacional de Gestión y fiscalización Universitaria

1) Desde hace cuánto tiempo se halla a cargo de la Dirección Nacional de Gestión Universitaria? Cuáles son los principales temas de qué se ocupa dicha dirección y cuáles son los principales desafíos que se planteó al asumir dicho cargo?

Estoy a cargo de la Dirección desde julio de 2016 y esta área el responsable del proceso de evaluación de proyectos de nuevas instituciones universitarias, la fiscalización de instituciones privadas de reciente creación, la evaluación de todas las carreras (pregrado, grado y postgrado) a los fines del reconocimiento oficial y validez nacional de los títulos, la intervención de los diplomas y certificados, la política de internacionalización y concretamente dentro de esto, lo correspondiente al reconocimiento de títulos extranjeros y llevo adelante la Secretaría del Consejo de Universidades.

Como es muy variada la gestión, y había temas que estaban sumamente atrasados administrativamente, el desafío fue primero ordenar e integrar las áreas de gestión, informatizar todos los procesos y hacerlos simples, rápidos y transparentes.

Después de ello generamos cambios en todas las áreas, incorporando criterios más acordes con el sistema universitario que desde una perspectiva integral, como la nueva regulación de educación a distancia, los nuevos criterios para los estándares de carreras de grado o por primera vez estándares para carreras de especialización en el área de salud, por citar ejemplos.

2) Cuándo Ud. asumió manifestó la dificil situación de muchas universidades, incluida la UNT, en cuanto a los procesos de acreditación y validación de sus carreras. ¿Por qué cree ud. que se llegó a esa situación? ¿Cómo es la situación actual, considera que se mejoró un poco?

Efectivamente la situación era crítica, y nuestra preocupación se fundó y funda en el sostenimiento del carácter habilitante de los títulos de pregrado y gado universitario en nuestro país, como manifestación la autonomía y del lugar que tienen las universidades en nuestro sistema educativo y su relación con el sistema profesional, pero ese carácter, se sostiene siempre que las titulaciones tengan reconocimiento del Estado nacional y eso le da validez en todo el territorio nacional, lo que no es un dato menor porque son las provincias las que regulan en principio el ejercicio de las profesiones.

En función de ello, entre 2016 y 2017 se impulsó un plan de regularización de las carreras y sus titulaciones donde se trabajaron tanto los aspectos formales, como de sedes en territorio. Hoy debemos decir que el grueso de las situaciones detectadas ya está resulta o en vías de resolución, restando solamente un pequeño porcentaje de casos en donde falta que algunas universidades avancen.

Por lo que estamos contentos con la respuesta del sistema y el gran trabajo de la UNT, ya que esto generó que se resguarden los derechos de estudiantes y egresados universitarios.

3) La situación en cuanto a acreditación y validación de las carreras en el Posgrado en la Argentina y en la UNT es semejante a las del grado, o es mejor o peor? ¿por qué?

La situación era similar entre grado y postgrado en términos de falta de regularidad, pero con el agravante que todas las carreras de postrado deben pasar por evaluación y acreditación, como instancia previa al reconocimiento del estado nacional y eso le da validez en todo el territorio nacional y ese trámite como es conocido por todos, siempre debería haber sido previo al inicio del desarrollo de las carreras.

A esto se le debe agregar, que en función al marco legal, el postgrado puede ser oneroso, por lo que hubo carreras que percibieron tasas o aranceles, sin estar siquiera acreditadas y por lo tanto impedidas de expedir titulaciones en condiciones de legalidad, lo que generó una situación delicada.
Esto hoy no podría ocurrir, ya que las universidades no se expondrán a no poder expedir sus diplomas.

4) En los últimos años se ha observado un importante crecimiento de la oferta de posgrado en la UNT y en la Argentina pero existen no obstante diferentes miradas al respecto. Nos podría decir qué cantidad de carreras de posgrado se hallan acreditadas en Argentina y en la UNT. ¿Qué reflexión le merece ese número? ¿Es un número lógico en cuanto a oferta educativa en el contexto actual o deberían incrementarse o disminuirse la cantidad de carreras de posgrado?

Entiendo que el desarrollo del postgrado en argentina es relativamente tardío, en relación a otros sistemas universitarios, eso provocó un crecimiento en los últimos años, en relación al estado anterior.

De todas formas, solo el 7% del total de estudiantes del sistema es de este nivel, lo que refleja que el crecimiento no resulta todavía un porcentaje significativo.

Creo que el sistema universitario argentino va a ir encontrando sus equilibrios por áreas y campos de conocimiento, determinando propuestas que permitan una profundización o complemento del grado, particularmente en las especializaciones con perfiles profesionalista, e innovando e incorporando desafíos académicos, científico y tecnológicos en maestrías y doctorados, teniendo en cuenta que en estos casos lo central es el producido de las tesis y lo que ellas aportan.

Por lo que no me preocupa tanto el número de carreras, sino en todo caso la legalidad, calidad y pertinencia de las carreras para los docentes de las universidades y profesionales cuenten con carreras que sean buenas y además les sirvan y para eso no solo hay que trabajar en evaluación, sino previamente en planificación y articulación del sistema y dentro de las instituciones.

Debemos generar sistema universitario con todas nuestras acciones y en el caso de postgrado, fomentar una mejor relación entre academia, ciencias y tecnología, es decir con el sistema científico tecnológico.

5) Como ve ud. ahora que pasaron algunos años desde su implementación a los procesos de acreditación de las carreras y validación de sus títulos? ¿cree que mejoraron las ofertas educativas? ¿considera se deberían cambiar algunos criterios de evaluación y validación?

En todo este tiempo se consolidó un esquema de participación del CIN y del CRUP en la producción y acuerdo de las normas para la evaluación y acreditación, esto se fortaleció con el rol del evaluador par, que es propuesto por las instituciones universitarias y eso da garantías y confianza, porque en definitiva el sistema fija sus propias reglas de juego.

Definitivamente los acuerdos del sistema universitario en relación a las carreras de postgrado han permitido establecer reglas comunes para equiparar pisos en el desarrollo de las ofertas, lo que ha favorecido a la mejora del trabajo de las universidades en estas propuestas.

Después de más 20 años de acreditaciones hay un aprendizaje que nos esta llevando provocar cambios. Hoy se están revisando todos lo estándares de grado y en postgrado, el Consejo de Universidades en la última sesión plenaria acordó estándares específicos para la evaluación de las carreras de especializaciones médicas, odontológicas, bioquímicas y farmacéuticas, ese dato pone en evidencia que había y hay cosas por incorporar y mejorar el todo el proceso, tanto de evaluación, como de acreditación en postgrado.

El procedimiento de reconocimiento oficial debe cambiar para permitirle a las universidades modificaciones en sus planes de estudio sin necesidad de la intervención del poder ejecutivo una vez que las carreras tengan validez nacional, de modo de posibilitar ajustes, mejoras y actualizaciones sin burocracia de por medio.

Por eso insisto en que estos procesos, son mejorables, pero hay que sostener la idea de las evaluaciones externas como mecanismo para la construcción de confianza, hacia dentro del sistema, pero también hacía la sociedad y los otros sistemas universitarios extranjeros.

6) Algunas instituciones se han manifestado preocupadas por la demora en algunos casos en obtener la validez de sus títulos luego de haber obtenido la acreditación correspondiente. ¿Ud coincide con ese análisis? ¿qué tiempo en promedio se están demorando estos trámites?

Es comprensible..A mí me preocupó mucho que haya tantas carreras en funcionamiento sin acreditación siquiera o bien solo con acreditación y sin trámite de validez.

Entiendo que ahora haya quienes se preocupen por este tema ya que están bajo la mirada más atenta del sistema en su conjunto y particularmente de los estudiantes y egresados.

Por nuestra parte, con los plazos estamos tranquilos, ya que hoy estamos 3 años abajo del promedio que había en 2016, aunque no estamos satisfechos, porque creemos que estos trámites deben ser más rápidos. El promedio ronda el año, desde que llega el trámite de CONEAU.

Esto se explica por el volumen de carreras en evaluación, dado el proceso de regularización de las ofertas hace que tengamos un tiempo mayor al que desearíamos. Hay universidades que tienen más carreras en trámites de acreditaciones viejas, que de la última convocatoria, claramente esa mayoría responde a trámites que no se hicieron en tiempo y forma.

Como explicaba al principio, el grueso de cuestiones ya está resuelto o en vías de resolución, lo que nos permite pensar en un horizonte de plazos muy abreviados.

7) Ud. como egresado de la UNT y conocedor de su realidad ¿A nivel del posgrado, cómo ve la situación actual de la UNT en cuanto a la acreditación y validación de sus carreras? ¿cuáles son sus fortalezas y debilidades según su mirada?

Creo que la UNT tiene un enorme potencial, por su trayectoria y ubicación. La situación es muy dispar según las facultades, hay unidades académicas con mucho desarrollo y otras que no. Creo que se han dado pasos hacia eliminar las trabas burocráticas, pero falta.

Viendo la oferta es claro que la lógica disciplinar, atenta contra perspectivas de estudios inter o transdiciplinarios que creo deberían ser incorporados a la oferta actual.

Quizás pensar en un espacio que concentre ofertas que por su objeto no tengan asiento natural en alguna facultad determinada, desde la integración de facultades o carreras podría ser una salida, evitando errores anteriores donde que solo provocaron dolores de cabeza a los estudiantes.

El postgrado es un área en donde la internacionalización es mucho más que realizable, creo que hay trabajo en ese sentido en la UNT, como así también la incorporación de tecnología en la enseñanza y el proceso de aprendizaje y el uso de los soportes tecnológicos para la gestión. La internacionalización del currículum debe colocar al postgrado como un área de desarrollo académico prioritario.

Sin dudas eso requiere consenso interno y definiciones institucionales de corto, mediano y largo plazo.

8) Para finalizar, se vislumbra algún cambio significativo en cuanto a los procesos de acreditación y validación a nivel nacional para los próximos años o la idea es continuar con la misma política que la vigente actualmente.

En cuanto a las carreras en sí, seguramente avanzaremos hacia propuestas que sean un blend entre lo presencial y virtual, también el postgrado será la vía en la que rápidamente las universidades públicas incorporen temáticas u objetos de estudio novedosos.

Creo que se debería trabajar seriamente en la incorporación de temáticas relativas a tecnología a las tesis, especialmente al doctorado, de modo tal que las mismas no solo sean evidencia haber alcanzado niveles de excelencia académica y de originalidad dentro del campo científico correspondiente, también se debería pensar en lo tecnológico.

Pienso que los procesos de evaluación deberían pasar de ser centrados en carreras, para pensar en la institución, y dentro del análisis institucional, las carreras, ya que difícilmente pueda haber buenas carreras en malas instituciones y eso implica cambiar ejes de atención y modificar conceptualmente el marco de evaluación, de ese modo se aseguraría calidad sin tener que pasar por procesos aislados por propuestas académicas y centrarnos en cuestiones más relevantes de las universidades.

Pero independientemente del proceso actual o de los cambios que vengan, es indiscutible que los procesos de evaluación y acreditación generan confianza y eso es relevante para los estudiantes, los egresados que reciben los títulos y las instituciones, frente a sus pares y a la sociedad toda.