En el año 2010, luego de varias frustraciones laborales, llegue a San Miguel de Tucumán para iniciar mis estudios de doctorado. Para explicar las frustraciones puedo comentar que en Cuba (mi país de nacimiento) me gradué de Licenciado en Biología por la Universidad de Oriente y luego de meses sin trabajo encontré una vacante para trabajar en Gestión Ambiental, puesto que a los dos años cambié para iniciar mi pasión por la investigación dedicándome a las arañas. En 2008-2009 intente matricularme en una Maestría en Zoología en Chile, pero no pude entrar, acción que logre en 2009-2010. Ya en 2010 con la beca otorgada para Chile y mis maletas armadas para el vuelo, el 27 de febrero, ocurrió el recordado “terremoto de Concepción” Chile, lugar al cual debía llegar para iniciar los estudios de posgrado, lo cual fue imposible de concretar. Así fue que con una decepción más y bastante desanimad regresé a Holguín, mi provincia natal y pensé en abandonar la idea de continuar con los estudios de posgrado. A la siguiente semana, gracias a mi hoy amigo el Dr. Camilo Mattoni (Universidad de Córdoba), me entere de la excelente oportunidad de una beca doctoral en la Universidad Nacional de Tucumán bajo la dirección de los Drs. Pablo Goloboff y Claudia Szumik. Hasta ese entonces, desconocía la trayectoria y los grandes logros científicos de ambos profesionales (si los conocía no hubiese aplicado a la beca jajajaja), pero era una nueva oportunidad y la esperanza volvió a renacer, dos días antes del cierre del concurso envié mi aplicación (que suerte). Luego del proceso de selección me otorgaron la beca y luego de muchos meses de trámites llegue a Tucumán un 10 de noviembre.
Desde mi llegada tanto mis directores como mis compañeros de instituto me recibieron de una manera muy grata haciéndome sentir muy bien. Yo era uno de los pocos extranjeros de la institución, y por suerte mi compañero de oficina era el Dr. Salvador Arias, el otro extranjero. Me presentaron a todo el plantel y me equiparon con todo lo necesario para mi futuro trabajo; Ya era aprendiz de taxónomo. Participe en varios congresos en Argentina como fuera de ella, realice cursos de postgrado y numerosos viajes de campo con compañeros de trabajo lo cual ha servido para afianzar mucho más nuestras relaciones interpersonales y conocer muchos colegas de distintos lugares del país. Con el tiempo fui aprendiendo, haciendo amigos en el trabajo como en la vida cotidiana de Tucumán. No he tenido más que palabras de agradecimiento para Argentina, Tucumán y para mis directores y amigos que desde el primer momento me acogieron como uno más y me apoyaron para lograr todas las metas que he obtenido. Luego de graduarme obtuve una beca postdoctoral y acá continuo; aumentando mi cariño y mis vivencias en tierras Tucumanas.